La Gruta de Acaiá es un tesoro escondido en Ilha Grande no solo por su maravilla visual, sino por la aventura de adentrarse a explorarla. Para todas los viajeros que anhelan una aventura única, aquí te contamos por qué deberías considerar esta excursión en tu próximo viaje a Ilha Grande.

Un Poco de Historia
La Gruta de Acaía, también conocida como Gruta do Acaiá que en tupi-guaraní significa “soplo”, representa así al efecto del viento vinculado a las corrientes del mar que ingresan con fuerza por la caverna que termina en un cuello de botella para el ingreso o salida de la misma. El movimiento de aire dentro de la gruta, es como el de inhalación y exhalación de la respiración, por lo que cuando se ingresa a la gruta, se siente la fuerza de dichos movimientos.
Se encuentra a 8 metros bajo el nivel del mar aproximadamente, en donde el agua entra desde una grieta a una cueva subterránea, cuyo fondo refleja la luz del sol como un calidoscopio dando lugar al fenómeno de fluorescencia. En la negrura de la caverna se puede ver ese resplandor turquesa o verde agua luminoso.

La gruta tiene una extensión de 30 metros de ancho y una altura máxima de 1 metro. El ingreso es por una escalera de madera en un pasaje estrecho de unos 10 metros. No apto para temerosos ni claustrofóbicos, ya que en la mayor parte del recorrido hay que arrastrarse por el suelo.
Cuando el mar está agitado, dentro de la caverna el agua sube y baja provocando movimientos de aire. El sonido es similar al de una respiración completa, con aspiración y exhalación. La intensidad de la corriente de aire que entra y sale llega a mover las hojas de las plantas junto a la entrada.

Cómo Llegar
Para llegar a la Gruta de Acaía, el camino comienza en el puerto de Vila do Abraão, la principal localidad de Ilha Grande. También hay un acceso de trekking desde Aracatiba, pero en este caso es necesario contar con el equipamiento necesario y una preparación física previa; por lo que es mejor consultar detalles en el área informes turísticos o del Parque Nacional de la Isla.

Consejos viajeros
Puede serte útil una linterna frontal a pilas para poder tener las manos liberadas al ingresar. Recordá que el flash de las cámaras quitará brillo a la luminiscencia.
El fenómeno de la fluorescencia es muy sensible a la intensidad de la luz solar, por lo que en los días nublados no se podrá ver en todo su esplendor, tener en cuenta al elegir el día de excursión.
El ingreso a la gruta es una zona agreste, no hay electricidad, no hay alojamiento y la población más cercana se encuentra con posadas en Praia Vermelha;
La ubicación es dentro de una propiedad privada, su mantenimiento y limpieza están a cargo de la familia que reside allí, por lo que se cobra una tarifa de entrada dentro de la gruta que actualmente es de 15 Reales.

La Gruta de Acaiá es más que un destino turístico; es un lugar lleno de historias surrealistas sobre épocas pasadas que evocan desde escondites de piratas, hasta cafetales de herencia africana, con paisajes de playas paradisíacas hasta especímenes de flora y fauna únicos en el mundo. Posibilitando actividades para todo tipo de gustos, desde aquellos más osados a la aventura, o los que buscan diversión y fiestas, hasta quienes quieren pasar unos días de relax en una playa con palmeras y una caipirinha en mano.
En resumen
Si estás planeando tu próximo viaje a Brasil, no dejes de incluir la Gruta de Acaiá en tu itinerario. Este rincón de Ilha Grande te espera con los brazos abiertos y una invitación a descubrir su magia. La aventura te llama, y el espíritu de la gruta es el compañero perfecto en este viaje de autodescubrimiento. ¡Prepárate para explorar y dejarte llevar por la belleza de la naturaleza y la calidez de su gente!
