Nadia Quant


La punta del ovillo
Toda historia tiene un punto de partida y origen
De niña leía muchísimo, pero muchísimo como demasiado. Me desafiaba a ver cuántos libros podía leer por día, porque sentía que era viajar e ingresar a diferentes mundos de forma diaria. Locura total. Empezaba siendo una nena que vivía en una flor en ‘Flor de nena’, para luego trasladarme a encontrar el mukusuluba de Gómez Cerda en una ventana, para terminar siendo la caperucita reversionada de Esteban Valentino. Creo que de ahí empezó la pasión por los viajes.
Bueno y también ahí comenzó a picar el bichito de la curiosidad, de querer saber el origen de todo, los porqués lo cuandos y ni hablar de los cómos. Estas preguntas me llevaron a estudiar periodismo, pero no antes sin intentar mi primer sueño vinculado a otra de mis pasiones: el deporte, y el intento de ser profe de educación física.
Dos luxaciones de rodilla después, decidí que mejor seguía escribiendo y dejaba mis huesos tranquilos para poder subir montañas y seguir conociendo lugares nuevos en los viajes. Bueno, al final mi terquedad ganó y seguí jugando al basket y al handball mientras estudiaba, con dos fracturas de nariz, una de escafoides, esguinces y tendinitis varias. La natación siempre los curaba todo y nuevamente al ruedo. Todo no se puede. O mejor dicho, (según mi frase de cabecera) todo SÍ se puede. Bueno, soy sagitariana y a veces flasheo.





Los hilos conductores de la escritura y los viajes
Los flashes están hechos para cumplirse, y tienen que hacerse a medida, no existen moldes para eso.
Pero dentro de mis flashes, a los 12 decidí que quería ser escritora, y aunque no fue como lo imaginaba, puedo decirle a mi niña interior que acá estamos, viviendo y transformando el camino a cada momento, transitando el proceso sin obsesionarnos con el resultado, pero si amándolo a cada momento. Es por eso que hoy siento que camino con un gran ramo de flores diversas en aromas, colores y texturas; resultado de todo lo que amo hacer, escribir, viajar, contar, fotografiar, grabar, diseñar, editar, entre otras cosas.
Empecé escribiendo diarios, en su sentido etimológicamente literal, escribía todos los días sobre todo lo que había pasado, llevaba un registro minucioso de cada momento. Llegué a completar 15 cuadernos A4 y oficio de hojas cuadriculadas! si, un chino. Le escribía cartas, poemas a mis amigos, amigas, noviecitos, frases, pensamientos, reflexiones, copiaba otros escritos, fotocopiaba…iba a la hora del cuento, talleres literarios, de teatro, etc, todo lo que fuese una herramienta para seguir escribiendo. De niña tenía un cuaderno tipo excel casero donde anotaba todo lo que había leído. Título, autor y si me había gustado. Si, mucho muy minuciosa.









Además de reírme fuerte y escribir historias, me apasiona viajar, recorrer, aprender. Tanto así que lo sigo haciendo sin residencia fija, cada tanto vuelvo al refugio y punto de partida que es San Martín de los Andes, donde nací y crecí, pero solo para recuperar fuerzas, clarificar ideas cuando es preciso y volver a salir.
Viví en Uruguay, Bolivia, Perú e hice varias estadías largas en Brasil. Viajo sola, aunque también he viajado con amigas y algún que otro amor vagabundo (ojo, en el sentido de la canción ‘nobre vagabundo’ de Daniela Mercury, es decir bienintencionado). Viajé también dentro de Argentina, por Chile y Ecuador.





La trama del hilo en tiempo presente
Desanudando todo lo que no sirve, para continuar tejiendo la trama.
La libertad a veces puede ser abrumadora, hay tanto para elegir que no se sabe por dónde empezar, dónde terminar o ni siquiera por dónde ir. Heme aquí haciéndome eco de esta libertad, intentando recortarla y no irme por las ramas
Este camino lo hago sin juicios, primeramente sin juicios sobre mí. A veces los miedos paralizan, la exposición y las palabras ajenas perturban, pero a fin de cuentas, es preciso saltar al vacío de lo desconocido amorosamente, sobre todas las cosas, amorosamente con uno mismo. De eso se trata esto, todo lo que acá comparto y compartiré es lo que primeramente me brindo a mí misma y luego sale al exterior.
Que el disfrute nos acompañe, y cuando no sea así, que la fuerza se mantenga de pie, aun con cansancio, aun con cicatrices, pero aun con ganas de seguir caminando, que es la esencia y motor de todo.
Uy y viendo lo que acabo de escribir, retomo este segmento con diagnóstico de rotura del tendón de aquiles, entonces mientras estoy en este proceso de consultas para el tratamiento, continuaré con este proyecto que me hace tanta ilusión, encontrarme con todos ustedes a través de este medio. (no pude dejar a mis tendones tranquilos, ¡pero ahora ya aprendí!). Se cuidan, un abrazo a tutti y bienvenidos! 🙂
PD1: con un amigo teníamos la costumbre de mandarnos mensajes larguísimos junto a una canción (o varias) para que sonaran mientras la lectura se sucedía. Quiero mantener esa tradición porque me parece de lo más hermoso que puede pasar! Entonces habrá recomendaciones de índoles diversas.
PD2: Habrá contenido en portugués. Welcome Brazilian & Portuguese people! digo, Bem-vindos pessoal do Brasil do Portugal e fala portuguesa!
Nadia


